
“Antes de venir a La Vieja Iruña hemos estado en el Katuzarra y en el Baserriberri”, comentaba Iosu Rodríguez Olagüe, “pero nuestra ruta no termina aquí. Seguiremos probando pinchos”, añadía su compañera, Andrea Teré Larrea. Su historia es la de miles de personas que durante la mañana de este sábado disfrutaron de la oferta gastronómica de los 47 establecimientos inscritos en la XXIII Semana del Pincho de Navarra. Un continuo trasiego de gente llenó de vida los bares del centro de Pamplona y continuará haciéndolo hasta el próximo domingo 26, último día en que el público podrá degustar las creaciones de los negocios participantes, distribuidos también, aunque en menor medida, por los barrios pamploneses de Lezkairu, Nuevo Artica y San Juan y los municipios de Puente la Reina, Ayegui, Tafalla, Corella, Tudela y Viana. La edición se alargará tres días más: el martes 28 de marzo tendrá lugar la semifinal y el miércoles 29, la final.
La mayoría de establecimientos ha aprovechado el escaparate del certamen para sacar a relucir sus mejores productos. Y casi todos lo han hecho a través de complejas elaboraciones, demostrando también sus habilidades culinarias. “El rollito crujiente de maíz está hecho con puré de calabaza y boniato especiado. La carne de ternera está cocinada a la chicha morada, una bebida típica de Perú, y le hemos echado unas notas de canela y anís estrellado. Todo esto está cocinado a baja temperatura, y después hemos jugado con el sabor del maracuyá y con un aire de cilantro y lima”, explicaba Lorea Lozada Abanto, cocinera del bar Monasterio. Una tapa con muchos matices que se come “en dos bocados”, en palabras del camarero Borja Roldán de Miguel, y cuyo éxito está siendo rotundo: durante la tarde del viernes vendieron 350 pinchos.
En La Mandarra de la Ramos han ideado una propuesta similar en cuanto al tamaño, pero con diferencias evidentes en lo que respecta al sabor. “El bocata Mandarra, que es típico de este bar, está compuesto de tomate frito natural con jamón y huevos. Hemos intentado adaptar este bocadillo a un pincho con forma de bola pequeña”, aclaraba Cari Goicoechea Lizarbe, dueña del restaurante. Sin aportar datos del volumen de ventas, Goicoechea celebraba el deseo del público de degustar su propuesta y auguraba que “el fin de semana siguiente será aún mejor”.
En el bar Txirrintxa también han apostado por sabores ibéricos para su pincho, creando una carrillera de oporto con puré de patata, puerro y zanahoria que está siendo del agrado del público. Este año han optado por no concursar para llevarse el premio a mejor pincho, pero han decidido participar “para que guste y para vender el máximo número posible de existencias”, explicaba Alicia Colomo Escribano, encargada del establecimiento, que confiaba en que los datos del primer día, con 150 tapas vendidas, se replicasen en las jornadas venideras.
Rodrigo Corrales Fuente, jefe de cocina de La Vieja Iruña, ha querido trasladar a sus comensales a un entorno marítimo. Con ese objetivo ha creado un gofre con sabor a gamba a la plancha aderezado con ajo, aceite y perejil en salsa, emulsión de cabeza de gamba, chocolate, helado de guacamole, chocolate, camarones, berberechos y gambas rojas de Huelva, servido sobre una barca en un plato que simula el mar. Un total de 550 personas pudieron disfrutar el jueves de un gofre para el que el cocinero reconoce que ha necesitado “darle muchas vueltas a la cabeza”.
OFERTA VEGANA
“Somos el único establecimiento que ofrece un producto vegano”, presumía Dioris Albarrán Paulino, cocinera del bar Aldapa. Un pan enriquecido con aire de remolacha, hongos, brotes de cebolla y alcachofa han sido ingredientes suficientes para construir un ‘Corazón vegano’, nombre que la cocinera ha dado a su creación. Una de las intenciones de Albarrán con este pincho pasaba por desasociar la comida vegana a propuestas sosas y aburridas. La segunda consistía en “jugar con las texturas, juntar el crujiente de la fritura del pan y la alcachofa, la cremosidad de la salsa de hongos y la frescura de la cebolla en brote”. La aceptación del público ha sido “buena” hasta el momento, con en torno a 70 pinchos vendidos durante la jornada del viernes.
Enlace de origen : La Semana del Pincho, en boca de todos